jueves, 9 de enero de 2014

La Casa del Diablo

Casa del Diablo, antes de ser demolida
Había en Huelva hasta hace relativamente poco una serie de casas tipo casas-palacio que correspondían al siglo de oro del barroco, el XVIII y que poco a poco fueron sucumbiendo a los intereses privados y a distintas especulaciones urbanísticas por desgracia tan habituales en estas tierras. 

En concreto, que tenga en conocimiento, al menos eran 3 los palacios dieciochescos que habían en la capital: la Casa de los Garrocho (situada en la calle La Fuente, aproximadamente donde hoy se encuentra el conocido pub "el Trastero"), la Casa de los Trianes (donde se ubica el edificio de Telefónica en la c/Puerto) y la casa del Diablo, la cual es objeto de esta entrada y que estaba situada donde se encuentra actualmente el Colegio de Farmaceuticos, concretamente en el nº 7 de la calle Palos del centro onubense. 

Colegio de Farmaceuticos


Moldura que dió nombre a la histórica casa











Pozo original de la Casa del Diablo
La Casa del Diablo tomó el nombre debido a una denominación popular que hacía referencia a dos pequeñas caras que adornaban la fachada, en su parte izquierda y derecha, y que según creían los pobladores de la época, parecían dos pequeños diablos. Es una edificación construida tras el fatídico terremoto de Lisboa de 1755 y que tanto daño provocó al patrimonio de Huelva. Se levanto en un marcado estilo barroco, al estilo de las casas típicas sevillanas del XVIII y que constaba con dos plantas, con una fachada simétrica y que contaba por una labrada portada compuesta de molduras a ambos lados de la puerta de entrada y que servían de sustento para el balcón principal. Lamentablemente en torno a 1965 se procedió al derrumbe de la histórica casa que, según se aprecia en una placa del patio, fue demolida por encontrarse en ruina, para dar lugar a un edificio de nueva planta en el que se instalaría en Colegio de Farmaceuticos en su primera planta. De este nuevo edificio datado en 1969, que se encuadra arquitectónicamente en el llamado "movimiento moderno", se destaca principalemente los azulejos que adornan el primer piso y el interior del portal así como los elementos que, por suerte, se lograron salvar de la piqueta: las dos molduras que le dieron nombre al desaparecido edificio (las que supuestamente tienen forma de diablo) y el pozo que se ha conservado en el patio del edificio y que puede ser visto ya que el portal se encuentra abierto toda la mañana. 

Placa y retablo ceramico del patio del Colegio
 Una auténtica lástima que tengamos que conformarnos con restos de lo que pudo ser por la desidia de los políticos de aquel momento y la pasividad de la población. ¡Ay, Huelva! Qué te han hecho...

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