domingo, 9 de marzo de 2014

El Acueducto Romano de Huelva

Al escribir la palabra "acueducto" en Google nos aparece las coletillas de las ciudades donde son monumentos populares y conocidos como por ejemplo el de Segovia, Mérida o Tarragona...ninguna referencia a la ciudad de Huelva. La realidad es bien distinta.

Interior de la Fuente Vieja
Aquí, en esta Huelva tan desconocida por sus propios habitantes, existe un gran acueducto. Una gran obra de ingeniería romana que habita en las profundidades de nuestros Cabezos y que durante siglos y siglos abasteció de agua a toda la ciudad. Este sistema captaba - y capta, pues aún hoy sigue emanando unos 30.000 litros de agua al día- el agua del interior de los cabezos (acuíferos) y se filtra a través de los ladrillos que conforman el acueducto. Su comienzo está en las inmediaciones del Santuario de la Cinta e iba descendiendo poco a poco siguiendo la pendiente natural de los cabezos hasta llegar hasta la zona de San Pedro, de donde salía un ramal  (conservado en los restos hallados en el antiguo colegio Francés) e iba penetrando hacia el casco histórico de la Onuba romana. Abastecía, además, a varias fuentes que se encontraban en las inmediaciones del acueducto. Se data su construcción en el siglo I-II dC, con lo que estamos ante una infraestructura de unos 1.800 años de antigüedad.

Entrada a la Fuente Vieja
Nuestro acueducto está construido con ladrillo y de forma abovedada y está realizado sin cemento, para favorecer la filtración del agua y su canalización hacia el final del recorrido. La parte a la que han podido acceder y estudiar es de una longitud aproximada de 125 metros, en la zona de Las Colonias y han comprobado las dimensiones de la galería: 40 centrímetros de ancho y 1,25 metros de altura.  El resto del tramo no se ha podido seguir investigando debido a la mala situación en la que se encuentra, ya que hay partes en las que se han derrumbado parte del techo, probablemente a causa de alguno de los terremotos que han asolado esta ciudad, siendo el de mayor relevancia por su destrucción el de Lisboa de 1755.

Restos camuflados del acueducto
En la actualidad, dado que el acueducto es subterráneo, pocos son los restos visibles. En las inmediaciones del barrio de las Colonias se encuentra la llamada "Fuente Vieja". Se trata de un habitáculo que servía de cámara de nivelación y que, posiblemente a raíz de algún derrumbe del terreno que se encontraba encima, quedó al descubierto, y como siempre tenía agua, los habitantes de la zona la habilitaron como fuente. Afortunadamente, un grupo de voluntarios está recuperando el entorno para que sea un lugar visitable y recuperarlo así para nuestro patrimonio.

Entrada a la galería
Además de la Fuente Vieja, existe en las lomas del Cabezo del Conquero otros vestigios del acueducto: un respiradero y una entrada a la galería. Lamentablemente el acceso es bastante complicado de encontrar ya que no existe ningún tipo de señalización ni siquiera un camino acondicionado para su visita, además en los alrededores la maleza es abundante como se puede observar en algunas de las imágenes.

 Por suerte hay otros dos "trozos" de un ramal del acueducto que salía de la galería principal y que dirigía el agua a diferentes zonas de Huelva. Uno de ellos se encuentra junto a otros restos en el conjunto arqueológico situado en el antiguo Colegio Francés


Ramal del Acueducto (antiguo C. Francés)
Trozo de acueducto reubicado

El otro se ubica junto a la sede de Aguas de Huelva, de similares características que el anterior, estaba ubicado en la zona de Pablo Rada, y en una obra llevada a cabo, se encontraron estos restos y se trasladaron hasta la empresa de aguas, dandole un sentido simbólico de la función original para la que se construyó esta obra.


Tarea pendiente de las distintas administraciones para que este enorme patrimonio arqueológico sea un identificativo de la Huelva romana, poniéndola en valor y dándole el trato que merece.




domingo, 23 de febrero de 2014

La Fuente de los Deseos

¿Cuántas veces hemos ido a otras ciudades y hemos tirado una moneda en una de esas fuentes típicas que, según dicen, cumplen nuestros deseos? Es algo que todos hemos hecho en algunos de nuestros viajes. Caso aparte es que se cumplan o no lo que hayamos pedido.

Fuente de los Deseos, jardines del Muelle.


En Huelva, como acostumbra a pasar, no tenemos costumbre de hacer este ritual, y no será (como muchos pueden pensar) porqué no hay lugares para hacerlo. Todos conocemos los Jardines del Muelle (oficialmente Parque 12 de Octubre) o como casi todo el mundo le llama sentimentalmente Parque de las Palomas, aunque cada vez sean menos las que van quedando. Tres nombres para un mismo lugar. La fuente central redonda, con sus chorros de agua, se encuentra en la parte central y habita en los jardines desde sus inicios en 1935 que es cuando se inauguró por vez primera dicho parque. Es la fuente que paseantes y turistas se encuentran cuando pasean por los jardines, pero muchas menos personas conocen otra pequeña fuente, ubicada en un rincón tranquilo y sosegado que invita a sentarse y deterse a escuchar como cae el agua ininterrumpidamente. Se trata de una pequeña fuente tallada en piedra y que cuenta con tres pisos en los que el agua va deslizándose hasta caer en el estanque en el que reposa.
Fuente central, datada en 1935.

En 1968, cuando se procedió a una remodelación y ampliación de los Jardines del Muelle, se hablaba de esta fuente en un artículo del diario local Odiel Información y que decía que se había convertido en la "Fuente de los Deseos" ya que muchas parejas jóvenes echaban allí monedas para pedir el deseo de amor eterno. Aún, a día de hoy, sigue habiendo gente que conoce este rincón romántico pues alguna moneda puede verse bajo el agua.




Fuente en los Jardines de la Cinta
Existe, además, otra fuente de mayor tamaño y también realizada en piedra maciza en la que también es digna no solo de visitar sino de pedir un deseo lanzando una moneda. Se encuentra en un lugar con muchísimo encanto, cargado de espiritualidad y retirado del mundanal ruido, en los Jardines de la Cinta, junto al santuario del mismo nombre y que, por las monedas que pude ver en su base, puede arrebatarle el título de "Fuente de los Deseos" de Huelva. Yo, por si acaso, tiré dos monedas -una por fuente-, ya os contaré si mis deseos se ven cumplidos.


martes, 11 de febrero de 2014

El hotel que nunca existió

En los años siguientes a la Guerra Civil, en plena dictadura franquista, la ciudad de Huelva se encontraba en una situación deprimente, carente de grandes infraestructuras, incluida la hotelera. Escasos eran los alojamientos existentes (hoy día seguimos padeciendolo) y los que había eran de tipo familiar y de reducido tamaño. Atrás quedó el suntuoso y lujoso Gran Hotel Colón, uno de los mejores del país cuando se construyó, y que fue transformado para oficinas de la Rio Tinto Company.

Obras paradas del Gobierno Civil
El centro histórico de Huelva estaba formado por una amalgama de calles estrechas y desordenadas. Por ello se decidió crear una gran avenida que dignificara el centro de la ciudad, y de paso ensalzar la arquitectura del régimen. El ayuntamiento existente hasta la fecha se había quedado muy pequeño (se encontraba donde existe actualmente el Pasaje Antonio Machado, en la calle Puerto) y había planes para la construcción de un nuevo edificio más grande y capaz para una la ciudad. Se aprobó entonces la creación de la "Gran Vía de Huelva", una avenida ancha que uniría la Plaza del Punto con la neurálgica Plaza de las Monjas y en la que se establecerían los organismos oficiales tales como el nuevo Ayuntamiento, la Diputación de Huelva, las oficinas de Hacienda y la Subdelegación de Gobierno.

Proyecto de la fachada
Para ser exactos, la Subdelegación de Gobierno fue un intruso en los planes inciales. Lo que realmente había contemplado en su lugar era el "Gran Hotel Tartessos", un establecimiento de titularidad municipal que vendría a suplir la deficiencia hotelera en la ciudad y que estaría ubicado en un lugar de lujo. Se comenzó su construcción en torno a 1943 llegando a estar las obras avanzadas del mismo y quedando paradas en 1945. Por diversas razones, el ayuntamiento de la época desistió de su construcción y vendió el edificio al estado para la instalación del Gobierno Civil en él. En 1947 se redacta el proyecto de reforma y finalización de obras, siendo en 1954 cuando quedan completamente acabadas. Hay que destacar que los arcos fueron acabados antes que el resto del edificio, como se puede observar en la imagen, por lo tanto datan de 1944-1945 aproximadamente.
Subdelegación actualmente

 El diseño finalmente de la fachada dista un poco del proyecto original, como suele ocurrir en muchas ocasiones, siendo el resultante más sencillo que lo proyectado. En la actualidad el edificio consta de tres plantas, al igual que los edificios colindantes y una fachada simétrica en la que destaca el escudo de la Nación en la parte central, presidiendo el único balcón, así como las columnas colocadas a pares, sumando un total de 8, situadas en los arcos en los que descansa la balconada.


miércoles, 15 de enero de 2014

Villa Rosa

Existe en el Conquero un testigo mudo del pasado reciente de la ciudad. Un testigo al que los años le han ido jugando una mala pasada y que han hecho que sea algo invisible para nuestros ojos. 
Cuando paseamos por la Avenida Manuel Siurot, nos detenemos a admirar las increíbles vistas que nos ofrece este regalo de la naturaleza llamada Marismas del Odiel, y sin embargo, pasa ante nuestros ojos uno de esos lugares que si tuvieran el reconocimiento que merece sería de ensueño. Se trata de una antigua vivienda edificada a comienzos del siglo XX y de estilo colonial llamada popularmente como Villa Rosa. Se sitúa en plenas laderas del Conquero, nuestro mirador por excelencia, junto al famosísímo Mandala. Si no os habeis percatado nunca de su existencia -cosa que no es de extrañar debido al estado en el que se encuentra-, os invito a que observeis en la parte derecha del mencionado bar esta casa de la que os hablo. 

Villa Rosa


Esta casa, que hoy se encuentra se semiruina y que esta habitada por okupas, ha permanecido en pié durante decadas y se ha sobrepuesto a temporales, diluvios, vientos huracanados y hasta terremotos, como el famoso terremoto de finales de la década de los 60, el cual dañó seriamente inmuebes como la Iglesia de la Milagrosa. Clama al cielo que en pleno siglo XXI, con la concienciación que existe acerca de la preservación del patrimonio histórico, permanezca en el lamentable estado en el que se encuentra al día de hoy. Por si no fuera poco, al encontrarse rodeada de maleza propia del cabezo, y como éste arde verano tras verano por la falta total de limpieza y el nulo cuidado que recibe, provocó que en el verano del año 2012 un incendio (uno más...) dañara seriamente la estructura del edificio y destruyendo la parte trasera de la casa. Por suerte no acabó destruyéndola por completo, al menos de momento...

Es increíble que la administración local tenga la zona alta del Conquero completamente abandonada que no exista la limpieza, que los miradores que se construyeron con motivo de la Expo del 92, estén oxidados y rotos, siendo un PELIGRO para aquel que ose arrimarse a ellos. Es increíble que esta casa, que en no muchos años cumplirá un siglo de vida, y que podría ser un auténtico recurso turístico esté abandonada a su suerte, a pesar de que se encuentra catalogada con un grado de protección estructural, y que si nada ni nadie lo remedia, algún día leeremos en los periódicos la pérdida definitiva de este trocito de nuestra historia.
Parte trasera calcinada

Casa después del incendo del 2012







jueves, 9 de enero de 2014

La Casa del Diablo

Casa del Diablo, antes de ser demolida
Había en Huelva hasta hace relativamente poco una serie de casas tipo casas-palacio que correspondían al siglo de oro del barroco, el XVIII y que poco a poco fueron sucumbiendo a los intereses privados y a distintas especulaciones urbanísticas por desgracia tan habituales en estas tierras. 

En concreto, que tenga en conocimiento, al menos eran 3 los palacios dieciochescos que habían en la capital: la Casa de los Garrocho (situada en la calle La Fuente, aproximadamente donde hoy se encuentra el conocido pub "el Trastero"), la Casa de los Trianes (donde se ubica el edificio de Telefónica en la c/Puerto) y la casa del Diablo, la cual es objeto de esta entrada y que estaba situada donde se encuentra actualmente el Colegio de Farmaceuticos, concretamente en el nº 7 de la calle Palos del centro onubense. 

Colegio de Farmaceuticos


Moldura que dió nombre a la histórica casa











Pozo original de la Casa del Diablo
La Casa del Diablo tomó el nombre debido a una denominación popular que hacía referencia a dos pequeñas caras que adornaban la fachada, en su parte izquierda y derecha, y que según creían los pobladores de la época, parecían dos pequeños diablos. Es una edificación construida tras el fatídico terremoto de Lisboa de 1755 y que tanto daño provocó al patrimonio de Huelva. Se levanto en un marcado estilo barroco, al estilo de las casas típicas sevillanas del XVIII y que constaba con dos plantas, con una fachada simétrica y que contaba por una labrada portada compuesta de molduras a ambos lados de la puerta de entrada y que servían de sustento para el balcón principal. Lamentablemente en torno a 1965 se procedió al derrumbe de la histórica casa que, según se aprecia en una placa del patio, fue demolida por encontrarse en ruina, para dar lugar a un edificio de nueva planta en el que se instalaría en Colegio de Farmaceuticos en su primera planta. De este nuevo edificio datado en 1969, que se encuadra arquitectónicamente en el llamado "movimiento moderno", se destaca principalemente los azulejos que adornan el primer piso y el interior del portal así como los elementos que, por suerte, se lograron salvar de la piqueta: las dos molduras que le dieron nombre al desaparecido edificio (las que supuestamente tienen forma de diablo) y el pozo que se ha conservado en el patio del edificio y que puede ser visto ya que el portal se encuentra abierto toda la mañana. 

Placa y retablo ceramico del patio del Colegio
 Una auténtica lástima que tengamos que conformarnos con restos de lo que pudo ser por la desidia de los políticos de aquel momento y la pasividad de la población. ¡Ay, Huelva! Qué te han hecho...